Siguiendo con los experimentos, en esta ocasión ha sido Fernando quien nos ha mostrado cómo un huevo puede volverse muuuuuy blandito.
Como sabemos, la cáscara del huevo está formada por carbonato cálcico que, al meterlo en vinagre (ácido acético), se disocia el carbonato por un lado y el calcio por otro. El carbonato forma, junto con el vinagre, burbujas de dióxido de carbono y el calcio sube a la superficie formando una capa blanquecina.
Disuelta la cáscara, nos queda el huevo recubierto por una membrana flexible, con lo que podemos hacer pasar el huevo por una abertura (en este caso, una anilla) de menor diámetro.
En nuestro experimento hubo un problema de anilla demasiado pequeña... o huevo demasiado grande, que acabó en la explosión del huevo. Aún así, fue interesante porque, cuando las risas pasaron, vimos que la cáscara era como una funda de plástico.
Y ahora... ¡las fotos!
Como sabemos, la cáscara del huevo está formada por carbonato cálcico que, al meterlo en vinagre (ácido acético), se disocia el carbonato por un lado y el calcio por otro. El carbonato forma, junto con el vinagre, burbujas de dióxido de carbono y el calcio sube a la superficie formando una capa blanquecina.
Disuelta la cáscara, nos queda el huevo recubierto por una membrana flexible, con lo que podemos hacer pasar el huevo por una abertura (en este caso, una anilla) de menor diámetro.
En nuestro experimento hubo un problema de anilla demasiado pequeña... o huevo demasiado grande, que acabó en la explosión del huevo. Aún así, fue interesante porque, cuando las risas pasaron, vimos que la cáscara era como una funda de plástico.
Y ahora... ¡las fotos!