Llamamos mapa a la representación de una parte de la superficie terrestre, vista desde arriba y realizada a escala. La escala de los mapas es la relación que hay entre una longitud medida en el mapa y su equivalencia real en el terreno.
Como es una representación vista desde arriba, los accidentes geográficos (montañas, ríos), los edificios, carreteras y demás no se ven igual, a veces es muy difícil reconocerlos. Para poder identificarlos usamos símbolos y colores que aparecen, con su significado, en un apartado del mapa que llamamos Leyenda.
Como es una representación vista desde arriba, los accidentes geográficos (montañas, ríos), los edificios, carreteras y demás no se ven igual, a veces es muy difícil reconocerlos. Para poder identificarlos usamos símbolos y colores que aparecen, con su significado, en un apartado del mapa que llamamos Leyenda.
Respecto a la escala, como dijimos es la relación entre la distancia medida en el mapa y la distancia real equivalente. Hay dos tipos de escala: la escala gráfica y la escala numérica.
Hoy día gracias a programas informáticos como Google Maps o Google Earth, tenemos disponibles unas representaciones del terreno bastante actualizadas y cómodas de manejar, con lo que no hay excusas para no viajar... aunque sea de manera virtual.
- Escala numérica: es una fracción que representa la relación entre la longitud en el mapa y la distancia real. Veámoslo más fácil con un ejemplo. Si me aparece en el mapa lo siguiente: 1:20.000, significa que una unidad medida en el mapa (vgr.: 1cm) equivale a 20.000 de esas unidades en la realidad (vgr.: 20.000cm = 200m)
- Escala gráfica: es una barra pequeña dividida en segmentos. Indica una distancia real en kilómetros o metros de tal modo que, si la barra mide 3 centímetros y la barra indica 60 kilómetros en toda su longitud, significa que tres centímetros del mapa son 60 kilómetros reales (así, 1cm = 30km)
Hoy día gracias a programas informáticos como Google Maps o Google Earth, tenemos disponibles unas representaciones del terreno bastante actualizadas y cómodas de manejar, con lo que no hay excusas para no viajar... aunque sea de manera virtual.
Y ahora un pequeño paseo por la evolución de los mapas.
La representación ha cambiado ya del papel a lo digital, así como la exactitud de la misma. Hemos visto al principio de esta entrada, en la ilustración de la cabecera, un mapa... de España. Así es como se editó allá por 1561 y, como sabemos ahora, no es un mapa muy exacto en lo referente a la morfología y relieve, pero para la época estaba muy bien y era más que suficiente. Dando un salto en el tiempo, aquí tenemos un par de representaciones más actuales:
La representación ha cambiado ya del papel a lo digital, así como la exactitud de la misma. Hemos visto al principio de esta entrada, en la ilustración de la cabecera, un mapa... de España. Así es como se editó allá por 1561 y, como sabemos ahora, no es un mapa muy exacto en lo referente a la morfología y relieve, pero para la época estaba muy bien y era más que suficiente. Dando un salto en el tiempo, aquí tenemos un par de representaciones más actuales:
Y ampliando ya el mapa a todo el mundo...
Ya podemos tener una representación casi exacta del mundo que conocemos, lo que es algo positivo. La parte negativa es que, cuando todo se conoce, apenas queda espacio a la imaginación, como en aquellos mapas en los que, además de las costas y países, se dibujaban los monstruos que acechaban a los avezados marinos que se aventuraban en aquellas aguas llenas de peligros...