APARATO CIRCULATORIO
El Aparato Circulatorio está formado por el corazón, los vasos sanguíneos (venas, arterias y capilares) y la sangre, que transporta nutrientes, oxígeno, defensas y desechos por todo nuestro cuerpo.
El corazón es un órgano musculoso, de forma cónica, hueco y dividido en dos mitades incomunicadas entre sí. Cada una de las mitades se divide, a su vez, en dos zonas, una superior llamada aurícula y otra inferior llamada ventrículo, comunicadas mediante válvulas que no dejan que la sangre vuelva hacia atrás.
El Aparato Circulatorio está formado por el corazón, los vasos sanguíneos (venas, arterias y capilares) y la sangre, que transporta nutrientes, oxígeno, defensas y desechos por todo nuestro cuerpo.
El corazón es un órgano musculoso, de forma cónica, hueco y dividido en dos mitades incomunicadas entre sí. Cada una de las mitades se divide, a su vez, en dos zonas, una superior llamada aurícula y otra inferior llamada ventrículo, comunicadas mediante válvulas que no dejan que la sangre vuelva hacia atrás.
Para impulsar la sangre el corazón realiza un movimiento, llamado latido cardíaco, que está dividido en dos fases:
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que circula la sangre. Hay tres tipos de vasos sanguíneos: venas, arterias y capilares.
La sangre es un líquido rojo y espeso formado principalmente por plasma y elementos figurados. La función de la sangre es de transporte y defensa.
En un cuerpo humano adulto suele haber unos 4 o 5 litros de sangre, que se genera en la médula ósea.
- Diástole: el corazón se dilata, la sangre venosa entra en las aurículas, se abren las válvulas y pasa a los ventrículos.
- Sístole: el corazón se contrae y la sangre sale por las arterias a los órganos de destino.
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que circula la sangre. Hay tres tipos de vasos sanguíneos: venas, arterias y capilares.
- Venas: son las que llevan la sangre desde los órganos hasta el corazón.
- Arterias: son las que impulsan la sangre desde el corazón hasta los órganos.
- Capilares: son vasos muy finos que conectan las arterias y las venas y llegan a todas las células del cuerpo.
La sangre es un líquido rojo y espeso formado principalmente por plasma y elementos figurados. La función de la sangre es de transporte y defensa.
- El plasma está formado por agua y sustancias disueltas constituyendo el 55% de la sangre. Lleva los nutrientes y las sustancias de desecho.
- Los elementos figurados, que forman el 45% de la sangre, son de tres tipos: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
- Los glóbulos rojos o eritrocitos son los encargados del transporte de oxígeno y dióxido de carbono. Están hechos de una sustancia llamada hemoglobina y constituyen el 96% de los elementos figurados. No son células, ya que no tienen núcleo.
- Los glóbulos blancos o linfocitos son los encargados de la defensa contra las infecciones causadas por virus y bacterias. Estos sí son células, ya que sí tienen un núcleo celular.
- Las plaquetas se ocupan de taponar las heridas para que no nos desangremos y, además, también nos defienden de infecciones como hacen los linfocitos.
En un cuerpo humano adulto suele haber unos 4 o 5 litros de sangre, que se genera en la médula ósea.
Llamamos circulación sanguínea al recorrido que hace la sangre por el aparato circulatorio al ser impulsada por el corazón.
Hay dos tipos de circulación: pulmonar o menor y general o mayor.
Circulación pulmonar.
1º. Tras recoger los desechos del cuerpo y los nutrientes de la digestión, la sangre llega por las vena cava hasta la aurícula derecha, pasa la válvula tricúspide y llega al ventrículo derecho con la primera diástole.
2º. Con la primera sístole, el ventrículo impulsa esa sangre con CO2 hasta los pulmones por la arteria pulmonar a través de la válvula pulmonar. En los alveolos deja el CO2 y se carga de O2 y pasa, a través de los capilares, hasta la vena pulmonar, que la lleva, con la segunda sístole, hasta la aurícula izquierda.
Circulación general.
1º. La sangre, ahora rica en O2 y con los nutrientes que había recogido antes, pasa de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo por la válvula bicúspide o mitral y, con la segunda sístole, es impulsada por la válvula sigmoidea aórtica a la arteria aorta. Esta arteria es la arteria principal del cuerpo y se divide en otras más pequeñas que llegan al resto del organismo.
2º. Las arterias se ramifican en capilares que reparten la sangre oxigenada y los nutrientes por los órganos del cuerpo, recogiendo los desechos que se han producido. Recogiendo además los nutrientes de la digestión a través de las vellosidades intestinales.
3º. Los capilares se conectan a las venas que desembocan en las venas cavas que, como ya hemos visto, llegan hasta la aurícula derecha, repitiéndose así el proceso con la circulación pulmonar.
Hay dos tipos de circulación: pulmonar o menor y general o mayor.
Circulación pulmonar.
1º. Tras recoger los desechos del cuerpo y los nutrientes de la digestión, la sangre llega por las vena cava hasta la aurícula derecha, pasa la válvula tricúspide y llega al ventrículo derecho con la primera diástole.
2º. Con la primera sístole, el ventrículo impulsa esa sangre con CO2 hasta los pulmones por la arteria pulmonar a través de la válvula pulmonar. En los alveolos deja el CO2 y se carga de O2 y pasa, a través de los capilares, hasta la vena pulmonar, que la lleva, con la segunda sístole, hasta la aurícula izquierda.
Circulación general.
1º. La sangre, ahora rica en O2 y con los nutrientes que había recogido antes, pasa de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo por la válvula bicúspide o mitral y, con la segunda sístole, es impulsada por la válvula sigmoidea aórtica a la arteria aorta. Esta arteria es la arteria principal del cuerpo y se divide en otras más pequeñas que llegan al resto del organismo.
2º. Las arterias se ramifican en capilares que reparten la sangre oxigenada y los nutrientes por los órganos del cuerpo, recogiendo los desechos que se han producido. Recogiendo además los nutrientes de la digestión a través de las vellosidades intestinales.
3º. Los capilares se conectan a las venas que desembocan en las venas cavas que, como ya hemos visto, llegan hasta la aurícula derecha, repitiéndose así el proceso con la circulación pulmonar.